miércoles, 29 de febrero de 2012

Rayo Láser al centro de la Tierra


Aún por el título, no piensen que los gobiernos tienen planteada la idea de destruir la Tierra con un rayo láser, no. Se trata de un rayo láser muy potente con el que se pueden recrear las condiciones que se dan en el centro de nuestro planeta.
Este dispositivo se inauguró en noviembre del año pasado por la ESRF (la Europeen Synchrotron Radiation Facility), un instituto internacional de investigación para la ciencia de vanguardia con los fotones (), el cual le puso el nombre de ID24.
Para conseguir esta recreación, irradia un rayo láser muy intenso a una muestra de material. Así, observaremos cómo lo absorven los diferentes elementos de la muestra en cuestión. Este aparato es el primero ocho que la empresa pretende incorporar como parte de un proyecto de ciento ochenta millones de euros.
Un dato curioso es que puede someter una muestra de hierro a diez mil grados centígrados, que es la misma temperatura que alcanzaría la muestra de hierro a dos mil quinientos kilómetros de profundidad bajo la corteza terrestre.
El ID24 comenzará a trabajar en las instalaciones de Grenoble, en Francia, en la primavera de este año y ayudará a geólogos, físicos, y demás científicos a estudiar las condiciones del centro del planeta, ampliando nuestros conocimientos sobre los campos magnéticos y los terremotos.
Fuente: Revista Tech Style, edición de diciembre de 2011.

martes, 28 de febrero de 2012

Sistema de seguridad cuántica para submarinos


La empresa tecnológica americana ITT Corporation (http://www.itt.com/) contratada habitualmente por el ejército estadounidense ha ideado un sistema gracias al cual se soluciona el problema de comunicación de los submarinos al sumergirse.
Esta comunicación depende de claves encriptadas establecidas antes del inicio de cada misión del submarino y no se pueden cambiar una vez el vehículo ha zarpado. Por ello, la solución que se propone desde la ITT es el uso de encriptación cuántica. La física cuántica es la rama de la ciencia que se ocupa del mundo de lo muy pequeño; y, gracias a ella, se han propuesto utilizar las propiedades cuánticas de los fotones (las partículas responsables del efecto electromagnético, "las que hacen posible la luz"). Con ellos, polarizándolos, podremos llegar a codificar ceros y unos para formar una clave e intercambiarla desde una profundidad de unos cien metros. El submarino emitirá un rayo láser a un satélite, y este lo llevará a la base de operaciones.
Además este sistema tiene una ventaja ya que, si la señal fuese interceptada, las propiedades de los fotones se verían alteradas y se conocería de inmediato.
Los experimentos se iniciarán en Washington, en el Naval Research Laboratory.
Fuente: Revista Tech Style, edición de diciembre de 2011.

domingo, 26 de febrero de 2012

¿Neuronas artificiales?


A finales de 2011, unos ingenieros del Instituto Tecnológico de Masachusetts (MIT) crearon un ingenioso dispositivo, un chip, que se acerca mucho al funcionamiento de una sinapsis cerebral. Este chip está compuesto por cuatrocientos transistores y es capaz de imitar ciertos canales específicos de iones en las neuronas humanas, además recrea la capacidad sináptica de estas.
Aunque interesante sin duda, he de añadir que no me gusta en absoluto la posible idea de que se pueda utilizar en la inteligencia artificial. Aún así, certero es que ayudará a neurofisiólogos y demás científicos de todo el mundo a comprender mejor el funcionamiento del cerebro humano, tan desconocido en la actualidad. Estoy seguro de que en los próximos veinte años el ser humano logrará dar un gran paso hacia su total compensión.
Fuente: Revista Tech Style, edición de diciembre de 2011.

El Principio

No hace mucho, descubrimos cómo adaptar nuestro entorno para nuestra comodidad, creando instrumentos que nos hicieran la vida más fácil. Tampoco hace tanto de que empezáramos a descubrir nuestro pasado contemplando nuestro futuro. Y, desde luego, tampoco hace tanto de nuestra primera excursión fuera de casa.
Toda esta evolución se dió en un margen de unos doce mil años, si partimos desde nuestra sedentarización. Este tiempo no es nada, y sin embargo, es mucho. No lo podemos comparar con lo que lleva existiendo la Tierra: unos 4650 millones de años; ni mucho menos desde el Big Bang famoso (del que nos ocuparemos posteriormente), alrededor de catorce mil millones de años atrás.
Pero en este tiempo hemos conformado nuestra visión del mundo ampliando nuestros conocimientos en todas las ramas del saber y aquí está la clave de nuestro avance desde los tiempos de Mesopotamia hasta hoy. Un ejemplo de ello es el propio siglo XX: a partir de mediados de ese siglo hasta hoy hemos avanzado más que en los doce mil años anteriores juntos y, ¿Cuáles han sido esos avances? ¿Cómo nos han afectado? ¿Cómo surgieron? ¿Qué vendrá después?