Desde hace un tiempo se viene trabajando en centros repartidos por todo el mundo en dar un impulso a las comunicaciones a través de la incorporación de los principios de la mecánica cuántica al campo en cuestión. No se trata sólo de una tarea complicada, sino también un poco desconocida debido a los fundamentos de la propia teoría científica utilizada.
Sin embargo, la compañía canadiense D-Wave anunció la venta de lo que ellos mismos llamaban "procesadores cuánticos". Desde entonces, muchos expertos han dudado de esta calificación.
Los ordenadores actuales procesan la información almacenándola en bits, que pueden tener dos estados no simultáneos, el cero y el uno. Un procesador cuántico operaría con otra clase de bits, llamados qubits, que pueden tener al mismo tiempo los dos estados mencionados anteriormente, el cero y el uno. Dominar el funcionamiento de estos últimos permitiría realizar ciertos cálculos y operaciones, desde el desencriptado de datos hasta la resolución de diferentes problemas de optimización, en un tiempo mucho menor al empleado por un ordenador convencional. Por ejemplo, en el desencriptado de una clave numérica de las utilizadas actualmente en las transacciones económicas internacionales, un ordenador convencional se demoraría algún decenio; pero, un ordenador cuántico no tardaría más de una semana. Además, no hay que olvidar también su aplicación a la vida cotidiana, ya que hemos de pensar que dentro de unos cuantos años cualquiera de nosotros podría tener un auténtico ordenador cuántico en casa.
Volviendo a la controversia anterior, un grupo de jóvenes físicos de la University of Southern California testaron estos nuevos procesadores para verificar sus supuestas propiedades. El resultado dio la razón a la compañía D-Wave, que también se llevaría la aprobación de otros estudios realizados posteriormente.
Por ahora, aunque sigue habiendo algunas dudas sobre estos procesadores, el viaje a través de esta nueva forma de computación, que prometía no empezar hasta el año 2020, es satisfactorio. Se abre de esta manera la puerta al avance de la ciencia a una velocidad aún mayor que la actual, siendo esta igualmente asombrosa. Incluso, algunas grandes empresas, como Google o NASA, han adquirido ya algunos productos de D-Wave, apostando por ellos en sus respectivos centros de estudio y trabajo.
Hemos de pensar, con ello, que aunque ahora nos parezca normal el hecho de tener un ordenador en cada casa, este comenzó a hacerse realidad hace menos de veinte años. Y el que no resulte extraño ver a un chaval, o no tan chaval, con un móvil con conexión a Internet en cualquier parte, es cuestión de hace unos dos o tres años. El mundo cambia muy rápido en estos tiempos, y la capacidad humana de superarse cada día no debe recaer en el fondo del interés propio de unos pocos, sino en el avance de todo el conjunto de la Humanidad.
Bibliografía: El artículo correspondiente se publicó en la revista "Nature Communications" por el investigador Daniel Lidar y su equipo.
Los ordenadores actuales procesan la información almacenándola en bits, que pueden tener dos estados no simultáneos, el cero y el uno. Un procesador cuántico operaría con otra clase de bits, llamados qubits, que pueden tener al mismo tiempo los dos estados mencionados anteriormente, el cero y el uno. Dominar el funcionamiento de estos últimos permitiría realizar ciertos cálculos y operaciones, desde el desencriptado de datos hasta la resolución de diferentes problemas de optimización, en un tiempo mucho menor al empleado por un ordenador convencional. Por ejemplo, en el desencriptado de una clave numérica de las utilizadas actualmente en las transacciones económicas internacionales, un ordenador convencional se demoraría algún decenio; pero, un ordenador cuántico no tardaría más de una semana. Además, no hay que olvidar también su aplicación a la vida cotidiana, ya que hemos de pensar que dentro de unos cuantos años cualquiera de nosotros podría tener un auténtico ordenador cuántico en casa.
Volviendo a la controversia anterior, un grupo de jóvenes físicos de la University of Southern California testaron estos nuevos procesadores para verificar sus supuestas propiedades. El resultado dio la razón a la compañía D-Wave, que también se llevaría la aprobación de otros estudios realizados posteriormente.
Por ahora, aunque sigue habiendo algunas dudas sobre estos procesadores, el viaje a través de esta nueva forma de computación, que prometía no empezar hasta el año 2020, es satisfactorio. Se abre de esta manera la puerta al avance de la ciencia a una velocidad aún mayor que la actual, siendo esta igualmente asombrosa. Incluso, algunas grandes empresas, como Google o NASA, han adquirido ya algunos productos de D-Wave, apostando por ellos en sus respectivos centros de estudio y trabajo.
Hemos de pensar, con ello, que aunque ahora nos parezca normal el hecho de tener un ordenador en cada casa, este comenzó a hacerse realidad hace menos de veinte años. Y el que no resulte extraño ver a un chaval, o no tan chaval, con un móvil con conexión a Internet en cualquier parte, es cuestión de hace unos dos o tres años. El mundo cambia muy rápido en estos tiempos, y la capacidad humana de superarse cada día no debe recaer en el fondo del interés propio de unos pocos, sino en el avance de todo el conjunto de la Humanidad.
Bibliografía: El artículo correspondiente se publicó en la revista "Nature Communications" por el investigador Daniel Lidar y su equipo.
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