lunes, 9 de septiembre de 2013

La puesta en marcha de la computación cuántica

               Desde hace un tiempo se viene trabajando en centros repartidos por todo el mundo en dar un impulso a las comunicaciones a través de la incorporación de los principios de la mecánica cuántica al campo en cuestión. No se trata sólo de una tarea complicada, sino también un poco desconocida debido a los fundamentos de la propia teoría científica utilizada. 
          Sin embargo, la compañía canadiense D-Wave anunció la venta de lo que ellos mismos llamaban "procesadores cuánticos". Desde entonces, muchos expertos han dudado de esta calificación.
         Los ordenadores actuales procesan la información almacenándola en bits, que pueden tener dos estados no simultáneos, el cero y el uno. Un procesador cuántico operaría con otra clase de bits, llamados qubits, que pueden tener al mismo tiempo los dos estados mencionados anteriormente, el cero y el uno. Dominar el funcionamiento de estos últimos permitiría realizar ciertos cálculos y operaciones, desde el desencriptado de datos hasta la resolución de diferentes problemas de optimización, en un tiempo mucho menor al empleado por un ordenador convencional. Por ejemplo, en el desencriptado de una clave numérica de las utilizadas actualmente en las transacciones económicas internacionales, un ordenador convencional se demoraría algún decenio; pero, un ordenador cuántico no tardaría más de una semana. Además, no hay que olvidar también su aplicación a la vida cotidiana, ya que hemos de pensar que dentro de unos cuantos años cualquiera de nosotros podría tener un auténtico ordenador cuántico en casa.
            Volviendo a la controversia anterior, un grupo de jóvenes físicos de la University of Southern California testaron estos nuevos procesadores para verificar sus supuestas propiedades. El resultado dio la razón a la compañía D-Wave, que también se llevaría la aprobación de otros estudios realizados posteriormente.
              Por ahora, aunque sigue habiendo algunas dudas sobre estos procesadores, el viaje a través de esta nueva forma de computación, que prometía no empezar hasta el año 2020, es satisfactorio. Se abre de esta manera la puerta al avance de la ciencia a una velocidad aún mayor que la actual, siendo esta igualmente asombrosa. Incluso, algunas grandes empresas, como Google o NASA, han adquirido ya algunos productos de D-Wave, apostando por ellos en sus respectivos centros de estudio y trabajo.
               Hemos de pensar, con ello, que aunque ahora nos parezca normal el hecho de tener un ordenador en cada casa, este comenzó a hacerse realidad hace menos de veinte años. Y el que no resulte extraño ver a un chaval, o no tan chaval, con un móvil con conexión a Internet en cualquier parte, es cuestión de hace unos dos o tres años. El mundo cambia muy rápido en estos tiempos, y la capacidad humana de superarse cada día no debe recaer en el fondo del interés propio de unos pocos, sino en el avance de todo el conjunto de la Humanidad.
Bibliografía: El artículo correspondiente se publicó en la revista "Nature Communications" por el investigador Daniel Lidar y su equipo.

martes, 9 de julio de 2013

Voyager 1 abandona el Sistema Solar

           Desde su lanzamiento el cinco de septiembre de 1977, la sonda espacial  Voyager 1 ha recorrido unos dieciocho billones de kilómetros, y ha sido, junto con su hermana Voyager 2, una gran ayuda a la hora de conocer mejor nuestro Sistema Solar y ampliar nuestro conocimiento sobre los sucesos que ocurren más allá de esa capa de gases que nos envuelve, y a la que llamamos atmósfera.
            En diciembre del pasado año, la NASA notificó la llegada de la nave a una región del espacio llamada "the magnetic highway", la "autopista magnética", considerada la última frontera antes de comenzar el viaje interestelar. Esta "autopista" está formada por las líneas del campo magnético del Sol, que interfieren en esta zona con las líneas de campos magnéticos de otras partes del espacio, delimitando lo que se conoce como heliosfera.
             La comunidad científica involucrada, sobre todo el Jet Propulsion Laboratory, JPL, de la NASA, en el California Institute of Technology "Caltech", desde donde se realizan, entre otras, las operaciones de control de dirección de las dos sondas, considera que la Voyager 1 aún está atravesando la zona magnética considerada y, probablemente, la llegada al espacio interestelar se retrase en unos cuantos meses, o incluso años. A pesar de ello, los investigadores están muy entusiasmados con este desconocido rincón del espacio, cuya medición fue uno de los propósitos iniciales para el lanzamiento del artefacto, a la vez que aumentar nuestro conocimiento sobre los procesos que allí ocurren. Entre otros muchos datos, se han logrado detectar rayos cósmicos de baja energía procedentes de fuera del Sistema Solar, cuando hasta ahora sólo se habían conseguido captar, desde la Tierra, los más energéticos.
         Esperemos, por tanto, que podamos decir, antes de que pasen de diez a quince años, que La Humanidad ha conseguido superar la frontera interestelar, pues a partir de entonces, ya no podremos saber nada más de nuestra querida sonda, la cual se quedará sin las reservas de plutonio que hacen funcionar sus mecanismos de comunicación y demás utensilios; apagándose todos sus controles hasta que alguien, quien sabe cuando, la encuentre por ahí, flotando en el inmenso Universo.
Bibliografía: El artículo correspondiente se publicó el 27 de junio de 2013 en la página web de la NASA, concretamente en la sección del JPL.